Se anunciaban los carteles de la corrida de toros en La Flecha cuyos beneficios irían a la Asociación de Esclerosis Múltiple de Valladolid. Carteles bastante atractivos, Emilio de Justo, Morenito de Aranda y Rubén Pinar con toros de Victorino Martín. Debido a que Emilio de Justo sufrió un pequeño percance, no pudo actuar en esta corrida benéfica y lo sustituyó el maestro Curro Díaz.

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          Al llegar al coso de La Flecha, cubierto y muy bien acondicionado, recogimos nuestras entradas y nos dispusimos a sentarnos en el tendido. Comienza el paseíllo y la gran Banda Sinfónica de Arroyo de la Encomienda, cuya música nos acompañó durante toda la tarde y fue una de las mejores cosas de la tarde, se dispuso a tocar el Himno nacional junto con los aplausos de los allí presentes, que no éramos pocos pues casi fue un lleno. El primero para curro Díaz no fue malo pero el torero andaba despistado sin colocarse delante del toro que junto a sus fallos con la espada le impidió recibir ningún trofeo ni en su primero ni en su segundo, siendo este cuarto de la tarde muy parado. Morenito de Aranda destacó en algún muletazo suelto pero que no consiguió en su primer toro conseguir ningún premio más que una ovación por culpa de la espada; el quinto de la tarde, su segundo, un toro que no decía nada, no se escuchó ni un “ole” en la plaza, pero sin embargo Morenito recibió una oreja. Por último, el triunfador de la tarde, Rubén Pinar, que en su primero le faltó ligar los pases y en su segundo tras dos pares de banderillas del gran Ángel Otero, otra de las mejores cosas de la tarde, el torero realizó una faena aceptable que le sirvió para recibir las dos orejas y la consiguiente salida por la puerta grande.

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          En definitiva, tarde de luces y sombras, podría haber sido una tarde mucho más interesante pero también podía haber sido peor, así pues, nos fuimos contentos y hablando de toros que es en definitiva, lo más importante.